Fulgor y muerte de Joaquín Murrieta

  1. Nacimiento de Murrieta

  2. La llama del oro

  3. Diálogo con Teresa

  4. Murieta en California

  5. Muerte de Teresa

  6. Venganza

  7. Galopa Murieta

  8. Muerte de Murieta

[Volver]




Nacimiento de Murrieta

Esta es la larga historia de un hombre encendido, natural, valeroso. 
Su memoria es un hacha de guerra.
Es tiempo de abrir el reposo, el sepulcro del claro bandido y romper el olvido oxidado que ahora lo entierra.
La sangre caía.
Le puso en las manos un rayo violento.
Tal vez aquel hombre no halló su camino, perdido en el viento.
Honorable bandido, Joaquín Murieta.
Venganza de hierro, de llama y piedra.
Aquí, entre perales y tejas y lluvia, brillaban las uvas chilenas y,
como una copa de plata que llena la noche sombría de pálido vino,
la luna de chile crecía entre boldos, maitenes, albahaca y rocío.
Entonces nacía, a la luz del planeta, un infante moreno.
Y, en la sombra serena, ese rayo que nace se llama murieta. 
Es un niño chileno color de aceituna.
Y sus ojos ignoran el llanto. 
Creciendo a la sombra de sauces flexibles, nadaba en los ríos, ardía en el brio.
Educaba los brazos, el alma, los ojos y se oían cantar las espuelas
Cuando, desde el fondo del otoño rojo, bajaba al galope de su llegua de estaño. 
Venía de la cordillera de piedras y rutas, de cerros huraños, de viento inhumano.
Traía en las manos el golpe aledaño del río que hostiga y vivir en la nieve. 
Y no traspasaba ese libre albedrío la virtud salvaje que toca la frente.
Y sella con ira, limpieza y orgullo las graves cabezas de los indomables.
Que guarda el destino en actas de fuego de fuego y pureza.
Así, el elegido, no sabe que debe morir en la empresa.
Matar y morir, morir en la empresa.
Matar y morir, morir en la empresa.
Matar y morir, morir en la empresa.
Matar y morir, morir en la empresa.